"Aquí no hace falta decir mucho. En el silencio también habita el arte, y en este espacio dejamos que las pausas hablen. Bienvenido al rincón donde el silencio lo dice todo."
Garabato Triste
antes de tocar el papel.
El eco de un lápiz cansado,
que dibuja ausencias
en el vacío del aire.
Un garabato triste no busca sentido,
ni colores, ni consuelo.
Solo vive suspendido,
entre el olvido y un suspiro.
Garabato Triste
Tiene la voz quebrada de los días nublados,
un murmullo de lluvia que no llega al suelo,
como si el cielo dudara entre llorar
o quedarse en silencio.
Dice que la tristeza no es más que un arte,
un mapa secreto de grietas y sombras
que nos lleva a lugares que nadie quiere ver,
pero donde todo parece más real.
Habla del peso suave de lo que falta,
del rincón vacío en el cuadro perfecto,
de los suspiros que dejan cicatrices invisibles,
como garabatos en el borde de una hoja.
Y susurra al final, casi sin voz:
"Soy un trazo triste,
pero sin mí,
el lienzo sería solo blanco."
Garabato Triste
Es un remolino torpe de líneas enredadas,
una danza caótica sin rumbo ni compás.
Pero en su desorden encuentra sentido,
como si al romperse, el mundo se entendiera mejor.
Habla en palabras que no saben gritar,
en susurros que resbalan por las paredes,
dejando manchas de algo que no se borra,
porque nunca estuvo del todo allí.
En su tristeza habita la calma,
la pausa que nadie quiere tomar.
Es el dibujo de lo que no se dijo,
el eco de un "te extraño"
que no encontró oídos donde caer.
Y aunque parece solo un trazo perdido,
es la grieta por donde entra la luz tenue,
la que no brilla, pero acaricia
en la oscuridad de los días grises.
Garabato Triste
Es tierno porque sabe que no duele tanto,
que la tristeza, si la miras de cerca,
es como un cachorro bajo la lluvia,
temblando, pero con ojos que piden abrigo.
Triste no grita, no exige,
se sienta a tu lado y espera.
Es la compañía de las noches largas,
la que no te empuja, pero tampoco te deja caer.
Tiene un lado suave,
como las primeras lágrimas que nadie ve.
Un roce de melancolía
que pinta de gris los bordes del día
sin borrar su luz por completo.
Y si le preguntas qué quiere,
te dirá: "Nada, solo estar aquí,
acompañarte a ver cómo pasa el tiempo,
cómo todo se mueve,
menos este instante donde existimos juntos."
Garabato Triste
Se deja abrazar sin resistencia,
como si supiera que en tus brazos
se acomoda el peso de lo que calla.
No pide más, ni menos,
solo se encoge un poquito,
se hace espacio en tu rincón más cálido.
Su tristeza no busca cura,
ni un final feliz de cuento,
solo ser aceptada,
como quien entra en casa
y deja la lluvia afuera.
Si lo miras, sus líneas tiemblan un poco,
como queriendo decir algo que no se atreve.
Pero en ese silencio,
hay una ternura que no se borra,
como si el amor y la tristeza
se dieran la mano en el mismo trazo.
Y cuando lo abrazas,
Garabato Triste cierra sus ojos invisibles
y se deja llevar,
porque sabe que en tus brazos
hasta lo triste tiene hogar.
Garabato Triste
"Si soy tristeza,
es porque en mis líneas llevas algo de ti.
No soy eterno, ni invencible,
soy solo un instante en tu camino.
Dibújame con cuidado,
pero no te aferres.
Cada trazo mío guarda un secreto:
hasta lo triste florece
si lo dejas partir.
Cuando mi tinta se disuelva,
verás que siempre fui
la pausa antes del color,
el silencio antes de tu canción más alegre.
Así que sigue adelante,
conmigo o sin mí,
pero nunca sin ti."
Y así, Garabato Triste cierra su cuaderno, sabiendo que en su melancolía dejó una chispa de esperanza. ¿Nos vemos en otro blog, tal vez más feliz o igual de mágico?
Texto generado por ChatGPT en respuesta a interacciones personalizadas.
Cortesía de OpenAI.
https://openai.com/chatgpt
Fondos gratuitos diseñados por Freepik
Editor de imágenes en línea gratis iLoveIMG